Como otras construcciones atribuidas a los árabes, esta parece ser muy anterior. Por todo el centro sur penínsular la coletilla "de los Moros" es muy frecuente, y así en las mismas Villuercas encontramos: Cerro del Moro, Cabeza del Moro, Lagar del Moro...
Desde Castañar se llega accediendo por la pista que corre junto del río Ibor. Desde la carretera de Robledollano cogemos la última pista a la derecha, después de cruzar el río. En un lugar donde el valle deja de ser en uve cerrada para abrir un llano de cierta extensión en su margen izquierda.
A pocos metros del río y casi tapada por los árboles que la comen desde sus esquinas. Incluso una higuera hunde sus raices en lo que queda del cierre superior.
El resto mas visible es un cuadrado fuerte de anchísimos muros realizados con hiladas de grandes piedras de cantos rodados. Aunque hay alguna excepción; las hiladas inferiores son de mas grueso calibre que las superiores. De esta circunstancia y la vistosidad de sus brillantes tonos, resultan paneles estéticamente atractivos.
Están unidos por un mortero bastado muy fuerte. En el lado que mira al río tiene una puerta de acceso. En otro tiempo estaría elevada del nivel real y rodeada de un foso que le dotara de un extra de seguridad. Para pasar al interior se haría sobre una rampa, a modo de la torre del homenaje de muchos castillos.
En el interior quedan los agujeros de las vigas que sujetaban el piso superior, no sabemos como accedían a él, seguramente por una estructura de madera. En el suelo hay mucho material acumulado, principalmente del derrumbre de la techumbre, por lo que no se aprecia como era y si tenía algún acceso por el subsuelo, donde hay otro agujero, este parece muy posterior al uso original.
La que si está bien alta, seguramente coincidiendo con la segunda planta interior es la abertura por la que da a una estrecha escalera exterior que sube a lo mas elevado.
Se aprecian restos de una cúpula de piedras que cerraría el techo de la torre, está realizada con los mismos criterios de robustez que el muro.
No hay otras construcciones ni murallas, está totalmente aislada y formando parte de un conjunto que no parece ser de uso militar. Mas bien parece una gran caja fuerte donde guardar grandes tesoros
Seguramente está íntimamente relacionada con la Mina que está justo enfrente: la Mina de Ibor, dondes están los grabados rupestres, pero también puede tener algo que ver con las otras del valle.
En el lado norte descubrimos grandes masas de escorias de fundición. El propio color de la tierra nos indica los altos contenidos en mineral que entierra. El tono plomizo del suelo y la escasa vegetación del recinto afectado se aprecia a simple vista.
Se aprecián numerosos fragmentos de cerámicas dispersos por un radio importante.
También hay lo que parece un gran canal para recoger las aguas del río y acercarlas al complejo industrial y al foso defensivo. Seguro que removiendo un poco el suelo empiezan a aparecer el resto de las construcciones y se pueda encontrar una explicación a todo esto.
De la época de su construcción no sabemos nada, pero el modelo, los escogidos materiales y la monumentalidad del conjunto puede ser obra de los romanos. Ellos pusieron en funcionamiento intensivo las minas de las Villuercas extrayendo grandes toneladas de mineral.
Junto con la Herrería de Castañar, la de Campillo, El Poblado minero de Berzocana y las de Logrosán forman la gran ruta de la minería antigua.
Fotografías:
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