Distancia:
10 km A pie

Tiempo
3horas y 30m.

Dificultad
Media

Comienza pues el sendero, indicado por la señal principal del itinerario. Discurre el primer trayecto por un carril que lleva hasta un pilón forestal donde podremos abastecernos de agua potable.
A partir de este punto, nos conduciremos a través de una pequeña senda en el margen izquierdo de un arroyo que la cruza, y que nos llevará caminando entre pinos, hasta un conjunto de grandes rocas que bordearemos por la derecha.

Cuando terminemos de dar la vuelta al roquedo, nos encontraremos en el otro margen del arroyo. A partir de ahí, el recorrido se desarrolla a través de un bosque de frondosos pinos. El camino se hace ahora ascendente, a través de una vaguada que nos conducirá a una pista forestal. Una vez allí, tomaremos dirección a la izquierda hasta llegar a una curva. Como podemos ver se está construyendo un albergue donde poder descansar, en el recorrido.

Aquí encontraremos barracones en ruinas. En este punto, saldremos de la pista por la izquierda. Tomaremos una nueva senda, que pronto se hace ascendente, en dirección "al Azorejo". Este lugar es un punto de vigilancia para incendio desde donde puedes tener una buena panorámica de la zona. Es además un punto de interés visual por si mismo, y un lugar para descansar. Si seguimos por la pista, pronto llegamos a una bifurcación que tomaremos a la derecha para bordear el alto del Azorejo. Aquí comienza el descenso, de nuevo entre pinos. Cuando la senda se desvíe a la izquierda, tomaremos ese camino hasta un collado.

Allí alcanzamos una pista a la izquierda. A 50 metros giramos a la derecha y seguimos el descenso. Cuando hemos recorrido gran parte del descenso, debemos girar a la izquierda en una nueva bifurcación. El final del camino es un tramo en zig-zag, que lleva de nuevo a las Boyerizas.

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Ruta de los Acebos en Helechosa de los Montes.

Empieza el recorrido desde las Boyerizas, junto a la carretera que une Helechosa de los Montes con Villarta de los Montes.

Este lugar, hoy almacén forestal, fue en un tiempo lugar para guardar los bueyes.