Por Miguel Urbina Gomez
Piscinas Naturales
El río Ruecas nace en la cara sur del Monte de los Montes; el pico Villuerca… Este generoso risco saca hasta 5 fuentes que van a dar otros tantos valles encantadores y sugerentes: Almonte, Viejas, Ibor, Guadalupejo y Ruecas.
Este último nada mas nacer recoge varias fuentes de otros tantos riberos siempre vivos: la Celada, la Quebrada o el Brazo resuenan en la cultura local.
Ya en estos espacios tan perdidos y alejados de los transitos habituales encontramos un lugar que evoca las claves de la naturaleza en las riveras del Geoparque como ningún otro.
El Salto y el Charco del Moro
La combinación de flora, fauna, roca y agua no va a ser tan abrumadora en ninguna otra parte. El salto no es muy grande, como tampoco el charcho que forman los dos grandes farallones de cuarcita que lo flanquean.
Muy cerca del nacimiento el agua es clara y fría, el sol apenas entra en su cenit y todo guarda una virginidad muy latente que cada minuto te hace mas pequeño e irrelevante.
Río abajo vamos a encontrar las mejores escenas de esta tierra. Los bosques de loros y acebos en su plenitud. Helechos Reales u Orquideas de ensueño, amen de las flores mas delicadas y escondidas.
El Charco de la Mora
Otro regalo de la naturaleza. Un lugar mágico y muy especial. La fragilidad del ecosistema por la pureza de la vida nos impone un respeto importante.
Enseguida nos damos cuenta de la belleza del entorno; es una puerta que te entra o saca de un mundo casi perdido. Hermana menor del charco de la mora, es una esencia de todo lo que somos y todo lo que puedes encontrar.
Donde el valle empieza a oscurecerse o a abrirse si vamos con la corriente. Muchos árboles no los volveremos a encontrar mas, otros no los veremos hasta traspasar la presa del pantano, después de muchos kilómetros.
Pantano del Cancho del Fresno
Después de unir las aguas que vienen del Collado del Brazo y dar de beber a Logrosán y Zorita, se forma un gran embalse para apoyar el riego de las Vegas del Guadiana.
No es demasiado grande; el perímetro se acerca a los doce kilómetros increíbles que van rodeando numerosos pequeños valles que traen nuevos aportes de aguas, sobre todo por el lado izquierdo; donde las revueltas te obligan a recorrer grandes distancias para poder salvar los arroyos. Todo co el incomparable marco de grandes sierras que rematan sus cumbres de grises rocas.
Los amantes de la pesca cuentan con un espacio privilegiado, al igual que los senderistas o ciclistas. Las embarcaciones tienen un uso complejo y poco claro.
Muchas rutas importantes cruzan este espacio como la de Isabel la Católica o la de los Conquistadores, Viene de Cáceres y forma parte de los caminos de peregrinación a Guadalupe.
Pocas zonas hay habilitadas para el baño. Apenas un acceso de hormigón casi en la cola del pantano. La gente para en la desembocadura de la Garganta de los Hilos, que forma un largo estuario con suelo mas blando y menos escabroso.
Charco de la Nutria
Detrás de la presa encontramos uno de los lugares de referencia en el Geoparque. Es un espacio que ha creado la naturaleza prácticamente al cien por cien. Perfecto para los niños pues hay poco desnivel en el agua y cubre en pocos lugares.
La intervención humana es escasa y acertada: el paso con grandes piedras que aportan un punto pintoresco y área de descanso bajo la sombra de enormes árboles.
El encanto es indudable y las sensaciones se desbordan entre tanto y tan bonito. El río, la galería de fresnos y alisos, las rocas…
Muy cerca están las pinturas rupestres de la Cueva Chiquita.
Es un paseo que podemos realizar en cualquier época del año.
Piscina Natural de Ruecas
Pocos metros río abajo vemos esta piscina… Tiene una lámina de agua muy larga y poco estrecha.
Las rocas de cuarcita afloran por el lado izquierdo con una pendiente casi vertical. La otra orilla es un poco menos pendiente.
Muy soleada y como el Charco de la Nutria tiene amplios espacios sombreados con bancos y mesas.
La presa se construyó hace mucho, todos los años se cierra con grandes tablones. Es el lugar ideal para la práctica de la natación
Y si queremos pasar el río; el único lugar sencillo cuando las aguas crecen y el resto de pasos son inaccesibles.
Piscina del Molino
A continuación encontramos un lugar con atractivos muy poderosos. En la junta del arroyo Valbellido y el Ruecas, donde un molino centenario encaja a la perfección con la natualeza del entorno.
Grandes alisos y algunos chopos y fresnos van marcando las estaciones en un lugar en el que el tiempo parece que no pasa.
En tiempo el lugar quedó inutilizado por los vertidos de la población, pero ya hace mucho que el problema se subsanó y poco a poco se va recuperando para uso turístico y recreativo.
Hay una bonita presa de piedra que remansa una buena cantidad de agua.
Piscina Natural del Pantano Viejo
Es de las mas antiguas de la población, antiguamente, incluso había un bar en una gran piedra sita en medio del río. Ya en el tramo final del desfiladero del Ruecas, poco antes de abrirse en los Valles de Belén.
Actualmente hay una construcción para medir el nivel del río. Es muy poco utilizada, aunque el puente, los bancos y sillas y el entorno invita al baño.
Como la pisicina del Molino, aunque no se limpia el charco y el aparcamiento es complejo tiene un potencial importante.
Río Ruecas abajo ya no hay espacios especialmente hábiles para el baño, sin embargo, no faltan pequeñas pozas donde refrescar el cuerpo, muchos kilómetros de río que dan espectaculares paisajes y donde el agua está garantizada todo el año.
Ya en término de Logrosán podemos encontrar otras zonas para el baño en el entorno de Pantano de Ruecas.
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