Uno de los rincones menos conocidos del Geoparque, recibe el nombre del arroyo que la recorre. Este paraje es testigo del transcurrir de la historia y oficios de la comarca.
Existen muchas sorpresas en este paraje, casi siempre ligadas al aprovechamiento del agua, como gran atractivo el Acueducto de la Herrerías, un canal de más de cinco kilómetros, que servía para llevar el agua hasta tres centrales Hidroeléctricas que existían en la garganta. Restos de un molino que su utilidad era fundir hierro
La vegetación se conserva en un estado virgen. Podemos ver loros, acebos, alisos, fresnos.
Desemboca en el río Tajo en un recorrido lleno de revueltas y tramos rectos que marcan un paisaje espectacular